Se pasó el tiempo, se dejó ver la última hoja del calendario de este poco agradable pero nada despreciable año 2024 y lo he celebrado con un concierto, hoy tocaba darle gracias al que se va. Y cuando me tocó anunciarlo a mis sueños dije algo que me sale siempre cuando apenas cierro los ojos … y lo veo:
“Siempre pensé que la belleza existía hasta que un día la encontré. No tenía cara, no tenía alma, no era tangible, solo se percibía. Era algo inexplicable e inimaginable. Era distinto”.
Y se hizo el silencio … y me dejé abrazar por la música y por el embrujo de ese tan especial Hallelujah.
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