Admirable
- Enrique Tarragó
- 19 jul
- 1 Min. de lectura
19 julio 2025
La bondad de las personas se refleja en los pequeños gestos cotidianos, como ayudar a alguien que ha dejado caer sus pertenencias al cruzar un paso de cebra. Este acto, aunque sencillo, demuestra empatía y solidaridad, valores esenciales en nuestra convivencia. En ese momento, el desconocido que se detiene para recoger lo caído no solo aligera la carga física, sino también la emocional, recordándole a quien recibe la ayuda que no está solo. Es un recordatorio de que, en un mundo a menudo acelerado, aún hay espacio para la humanidad y la generosidad. Estos gestos, aunque breves, tienen un impacto duradero, pues inspiran a otros a actuar con la misma bondad y a construir una sociedad más unida y compasiva.
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