14 junio 2024
Es preocupante si no alarmante que las encuestas realizadas sobre la actitud de los jóvenes ante la vida sean, al margen de otras importantes preocupaciones, sus frecuentes ideas suicidas lo cual se produce en casi la mitad de ellos.
Dejaré aquí un artículo cuyas conclusiones debieran preocuparnos y mucho:
La mitad de los menores de 30 años experimenta ideas suicidas y supera el 55 % entre quienes no tienen recursos
El paro, la precariedad laboral y la crisis de vivienda son las principales preocupaciones de una generación que ha multiplicado por siete en una década los casos clínicos de salud mental
13 JUN 2024 12:19 Actualizada 13 JUN 2024 21:22
La mitad de los menores de 30 años experimenta con frecuencia ideas suicidas y el dato aumenta entre los que tienen menos recursos pues tres de cada cinco jóvenes en situación de carencia material severa piensa en algún momento en quitarse la vida. El paro, la precariedad laboral y la crisis de la vivienda son las principales preocupaciones de esta generación, de la cual el 48,9 % ha experimentado esas ideas. Más de la mitad de estos, además, lo hace con frecuencia. De hecho, los problemas de salud mental se han multiplicado por siete en una década entre jóvenes y adolescentes.
Estas son las principales conclusiones del informe publicado este jueves por el Consejo de la Juventud de España (CJE) y Oxfam Intermón, que hace una radiografía de la situación de precariedad laboral de las personas jóvenes (entre 16 y 29 años) y estudia el vínculo entre condiciones socioeconómicas, género y salud mental a través del Barómetro de Juventud, Salud y Bienestar, con datos de la base de datos clínicos de Atención Primaria del Ministerio de Sanidad.
Pesimismo ante el futuro
"Cuando las vivencias en el mercado laboral despiertan de forma continuada estrés, insatisfacción y pesimismo ante el futuro, no es de extrañar que la juventud más vulnerable presente una autopercepción más negativa sobre su salud mental y mayores tasas de trastornos diagnosticados", apunta el informe.
Así, entre todos los grupos de edad, el que más ha visto crecer los problemas psicológicos es el que comprende a las personas de entre 15 y 34 años. Concretamente, la tasa pasa de registrar 5.712 casos clínicos cada 100.000 habitantes en 2011 a registrar 39.408 casos en 2022, lo que supone un crecimiento del 590 %. En otras palabras, los problemas de salud mental entre los más jóvenes se han multiplicado casi por siete.
"En 2017, el 66 % de la gente joven no había tenido nunca ningún problema de salud mental, pero ahora solo el 36 % manifiestan no haberlo padecido. Además, el 41 % experimenta estos problemas frecuentemente. Ahora es una problemática mayoritaria", explica Alejandro García-Gil, responsable de políticas de protección social y empleo de Oxfam Intermón y uno de los autores del estudio.
García reconoce que hoy en día los jóvenes manifiestan una gran conciencia acerca de la salud mental, una reducción de los prejuicios al respecto y un aumento de la capacidad para identificar y nombrar lo relacionado con la experiencia emocional.
Tendencia ascendente
"Pese a que eso puede haber hecho visibilizar más los problemas, no quita que la tendencia es ascendente y que los problemas existen, aunque antes pudieran estar ocultos. Ahora es un problema en la agenda pública que antes estaba soterrado", ha apuntado.
De acuerdo al informe, más del 55 % de los jóvenes con dificultades económicas tienen problemas de salud mental y casi el 38 % de los mismos no pide ayuda profesional por el alto coste de acudir a terapia psicológica. Esta tasa duplica la de los jóvenes que no tienen problemas económicos.
“Es muy grave tener a tanta gente joven pensando en suicidarse, con problemas de salud mental, problemas derivados de no tener certidumbre, de no tener un proyecto de futuro a su alcance”, señala García-Gil, que hace un llamamiento a las administraciones a todos los niveles, al gobierno central y también a las comunidades autónomas, para que tomen cartas en el asunto.
Dificultades para acceder a terapia
El informe critica que, frente a esta crisis de salud mental, la sanidad pública está "infradotada" de recursos, pues cuenta con 5,14 psicólogos por cada 100.000 habitantes, frente a los 18 de media en la Unión Europea o los 26 de media de la OCDE, es decir, España tiene una de las ratios más bajas.
Esto provoca que solo el 17,4 % de los jóvenes hayan declarado haber sido atendidos por un especialista de la sanidad pública en menos de un mes. La mayoría esperó tres meses e incluso más. Esto entre quienes consiguen ser derivados a los psicólogos por sus médicos de cabecera pues es difícil conseguir cita por la falta de especialistas, situación que afecta a los profesionales de la privada, con esperas de dos meses.
Recibir terapias privadas solo está al alcance de unos pocos, ya que el coste medio de una sesión en España ronda los 75 €, mientras que el salario mediano de un joven en 2023 fue de 1.005,21 € netos mensuales. Es decir, recibir dos sesiones de terapia al mes supone el 15% de los ingresos mensuales de esta persona. De hecho, la principal razón por la que los jóvenes no buscan ayuda profesional ante problemas de salud mental es el coste, como declara casi el 38 %.
"El problema no se va a solucionar aumentando las plazas de psicólogos", ha advertido Andrea Henry, presidenta del Consejo de la Juventud de España, quien ha subrayado que "hay que asegurar el acceso a la vivienda digna y que los salarios sean suficientes para poder vivir acorde al precio de la vida, porque todo eso también es hablar de salud mental".
Preocupaciones
Cuando se les pregunta a los jóvenes acerca de diferentes aspectos vitales con los que están satisfechos solo destacan como positivo aquellos relacionados con la familia, las amistades y el tiempo libre.
En el lado contrario, solo cuatro de cada diez personas encuestadas manifiestan satisfacción con sus estudios o su trabajo, cifra que desciende hasta tres de cada diez si se pregunta por su situación económica. El 40,3 % de las personas jóvenes considera que va a vivir peores oportunidades laborales que sus progenitores, frente al 38,4 % que opina que su futuro laboral será mejor.
Esto se traduce en que casi el 40 % de los jóvenes cree que en el futuro vivirá episodios de ansiedad y bajo estado de ánimo.
"Tener una generación joven desmotivada y sin perspectivas de futuro es negativo para toda la sociedad", ha avisado la presidenta del Consejo Juventud en España.
Brecha de género
La brecha de género observada en los indicadores económicos se reproduce también en el estado de la salud mental de las mujeres de entre 16 y 29 años. La mitad fueron diagnosticadas con algún problema de salud mental, especialmente trastornos de depresión y relacionados con la alimentación, frente al 41 % de los hombres.
La ideación suicida también tiene mayor prevalencia entre ellas, habiéndola experimentado el 50,9 %, frente al 46,1 % de sus compañeros. Las personas racializadas y el colectivo LGTBI son otros dos grupos con grados de bienestar emocional muy bajos, relacionados con sus posibilidades materiales y económicas.
Por otro lado, la prevalencia de diagnósticos también se concentra, sobre todo, entre los jóvenes que estudian y trabajan al mismo tiempo (el 59 % fue diagnosticado con un trastorno en algún momento), aquellos que padecen carencia material severa (55,9 %) o los que no pueden emanciparse por el precio de la vivienda (51 %).
Conclusiones
Entre sus conclusiones y propuestas, el estudio señala que “las desigualdades sociales y la precariedad socioeconómica pueden contribuir a generar y agudizar problemas de salud mental en las personas jóvenes. Además, tienen menos posibilidades de superar dicho problema al no contar con los mismos recursos para recibir un tratamiento de calidad en el tiempo y la forma adecuada".
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